Recojo este fragmento del Blog de Juan Gutierrez:
...se ha debatido sobre la pertinencia de cambiar la categoría del clembuterol para que pase a ser una sustancia cuantitativa, con un tope preestablecido. El escenario del clembuterol es ahora diferente y la norma debería adaptarse a ese nuevo calibre. Los laboratorios sólo tienen la obligación de detectar a partir de 2 nanogramos (2.000 picogramos), pero actualmente ya hay algunos con una sensibilidad mayor, como el de Colonia, que llega a cantidades tan ínfimas como los 50 picogramos de Contador...
Esos 2.000 picogramos funcionaban antes como un mínimo tácitamente establecido y aquellos positivos que pudieran provenir de una contaminación alimenticia no existían, sencillamente porque no se detectaban. En los últimos tiempos, cada vez proliferan más esos ‘minúsculos’ positivos. En algunos casos (o muchos) se habrá cazado a un tramposo, pero hay dudas razonables de que otros puedan provenir de una intoxicación. En el caso del jugador de tenis de mesa Dimitri Ovtcharov se ha demostrado que su positivo procedía de una carne adulterada en China. Hay que cambiar la norma porque mientras exista una mínima duda, siempre será mejor que se salve un fraudulento a que se condene a un inocente. La AMA no está todavía por la labor de aceptar esta variación, pero los propios deportistas se sienten indefensos y, a través de diferentes asociaciones, ya han trasladado la petición a las autoridades pertinentes
Y este otro, que habla de la imagen del asunto desde el exterior:
Una última preocupación, que nada tiene que ver con el reglamento, es cómo han podido influir en el Comité de Competición las manifestaciones de José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy o el presidente de la Audiencia Nacional, Ángel Juanes. No sé si llevan a razón o no, prefiero no juzgar. Pero sí sé que fuera de España ya hemos vuelto a perder un poco más de credibilidad en la lucha antidopaje. “En estos últimos días, han dado ustedes la imagen de una república bananera”, me dijo ayer un colega de un medio internacional. Así nos ven.
Me pregunto: ¿Habría que haber sancionado a Contador desde la AFE para eludir el revuelo internacional? ¿Y para evitar el agravio comparativo respecto a otros ciclistas españoles sancionados? ¿Existe algún Juzgado en el que todos los que entran son culpables por defecto?
Quiero dejar clara una cuestión. Defiendo a Contador, pero no por ello me pongo en contra de Heras, Valverde, Sevilla... Ni buenos ni malos. Equipos, organizadores, distintas Federaciones Nacionales de Ciclismo, UCI… siguen en guerra, no hay ninguna unión. Y mientras esta situación continúe seguirán pagando los de siempre. Aunque en este caso (y de momento) no haya sido así.