Es increíble cómo ha cambiado la vida desde que no entro por este foro.
Correcojos laureado por una parte y vilipendiado por otra.
Veo mucho gallito fuera de su corral y demasiadas gallinas sin parar de incubar.
Lo del sujeto con calzado de horma especial -para saldar su problema decreciente- no tiene nombre.
No nos engañemos, juega como habla, escuela Trapattoniana, con el puño levantado por si acaso, y así se dedica a desviar la atención y sus limitaciones.
Se evade un rato de las duras noches frías recogiendo cartón por cuatro duros, soñando que algún día, tal vez sin demasiadas mamadas por el camino, tendrá su oportunidad en Hollywood o incluso en Broadway, como comediante.
Pero claro, después de perder casa, trabajo y mujer por detalles que no vienen al caso, este simpático personaje no es más que un fugaz simulacro del Robert De Niro de Casino, con micrófono en mano intenta empezar una nueva etapa en su vida, con más pena que pena. Mientras tanto, se aferra a lo que puede el pobre, ya sea este foro, ya sea al alcohol, apuestas y otras nimiedades.
Si me admites un consejo Paul, apartate definitivamente de la bebida, paga tus deudas tan pronto como puedas y emigra. Necesitas un cambio de entorno muchacho, desarrollar tu vida adulta en la misma ciudad donde pasaste tu niñez de orfanato, no es bueno para nadie, ni siquiera para ti. Abandona el movimiento bucal 'sensodyne' por unos euros y buscate a alguién que te quiera de verdad, que sea buena persona y te haga cambiar. Tal vez aquí encuentres alguna gallinita adecuada.
Mientras tanto por favor no dejes el myolastan para tus crisis, y el resto sin más seguirle el rollo, tal vez esta vávula de escape, al fin y al cabo no sea mala del todo.
Y por último, ya que demandas una pregunta, ahí va:
¿por qué el coyote nunca atrapa al correcaminos?
en tu interior encontrarás la respuesta.
Dije.