No sé qué pensaréis del tema, pero personalmente no me gusta nada que Diego Costa juegue con España.
Me explico: la gracia de las selecciones es que juegas con tu selección, de donde eres, y que no la puedes escoger. Y, obviamente, Diego Costa es brasileño. Que sí, que tiene la nacionalidad española, y que Brasil nunca le ha convocado hasta la fecha, pero creo que deberíamos tener el amor propio suficiente como potencia futbolística que somos hoy día para no tener que recorrer a estos tejemanejes.
Además, tengo la convicción que si tanta gente le quiere en la selección es porque tenemos una carencia en su puesto. Si Villa y Torres estuvieran como estuvieron en su mejor momento, muchos de los que ahora le reciben con los brazos abiertos no le querrían en la selección. ¿O acaso queremos a Willy Caballero en la selección? No, claro, Caballero es argentino, porque ya tenemos muchos porteros de nivel, pero como de delanteros de calidad vamos escasos, en este caso Diego Costa sí es español. Venga hombre...
¡Ojo! aquel niño que vino de pequeñito a vivir a España por el trabajo de sus padres, o que fue adoptado estilo Balotelli, esos sí tienen derecho a jugar con España, pues vinieron a vivir a nuestro país por motivos ajenos al fútbol. Lo dejo claro para que nadie piense que esto tiene algo que ver con el tono de la dermis de cada uno ni ninguna chorrada por el estilo. Pero todos aquellos futbolistas que de no ser por el fútbol no serían españoles, que de no ser futbolistas no habrían fichado por un club español viniendo a vivir aquí y obteniendo así la nacionalidad, en mi opinión no deberían jugar nunca con la selección, pues cuando llegaron ya eran futbolistas, y futbolistas de otro país.
Hay una cosa que se llama karma. Y Qatar es propenso a nacionalizar extranjeros. Y allí se disputará un Mundial en 2022. Y no se nos dan bien los anfitriones. Ahí lo dejo...