#noeresextremeño
EN Twitter alguien utilizó ayer la etiqueta #noeresextremeño y rápidamente una avalancha de tuiteros empezó a perfilar con sus aportaciones en qué consiste eso de ser extremeño.
Por ejemplo: no eres extremeño si no utilizas ‘bicho’ y ‘cacharro’ como sinónimos de cualquier objeto.
Si no utilizas, por supuesto, los diminutivos terminados en ino: chiquinino, guapino, gatino... Si no has llevado a alguien de fuera de Extremadura a cazar gamusinos. No eres extremeño si no sabes lo que es la ‘manteca colorá’, la ‘cachuela’, la ‘patatera’ o en qué consiste una ‘pitera’.
No eres extremeño, argumentan otros tuiteros, si no te suena más familiar la pronunciación ‘Badahó’ que Badajoz; si no dices alguna vez ‘acho’ o ‘chacho’; si no llamas ‘calzonas’ a los pantalones cortos o si no has soltado alguna vez un: «Olé tus huevos, Ibarra». No eres extremeño si habiendo nacido en algún pueblo de las vegas del Guadiana, por ejemplo, no alargas la última palabra: «¿Eres de Don Benitoooooooo?». No eres extremeño si no entiendes cuando tu abuela dice: «Velahile» y «Velahí». O si cuando ves a alguien caerse no exclamas: «Cacho ‘ostia’ que ha metío el bicho».
No eres extremeño si no te has parado a pensar que la ‘s’ de Cáceres sobra, o si no te han confundido con un andaluz cuando has viajado fuera de la región. Está claro que el habla nos define. Más de un tuitero coincide en señalar que no eres extremeño si no has utilizado o has oído alguna vez expresiones como ‘arrecío’, ‘arrejuntarse’, ‘arrepío’, ‘caer’ algo, en vez de tirarlo; ‘quedar’ por dejar o ‘entrar’ por meter. No eres extremeño si no has dicho ‘añurgarse’ en lugar de atragantarse; si no sabes lo que es «ser un modorro perdío»; si no has jugado a los ‘bolindres’ en vez de a las canicas o si no has utilizado nunca la unidad de medida «mijina». No eres extremeño si no te has pegado una ‘tupa’ de algo; si alguna vez no te ha dicho tu abuela: «¡Métete los jarapales por dentro que vas hecho un farraguas!»; si ‘dejas’ las llaves en casa y no las ‘quedas’; si dices «he soñado» en vez de «me he soñado».
No eres extremeño si no sueles contestar: «¡poh tu verah!» o no sabes lo que significa ‘cagoendié’. No eres extremeño si cuando vas a Matalascañas no saludas a todo el mundo.
noeresextremeño si nunca te has planteado que si no estuviera Portugal, tendrías playa y todo sería diferente