Es un articulo larguisimo y se de buena tinta que pocos lo leeran completo, pero me gustaria compartir con ustedes el siguiente articulo que deja a las claras la manipulacion a la que nos someten dia a dia medios de comunicacion de todas clases y aceras sin que nos demos cuenta.
LOS SUICIDIOS Y EL PERIODISMO DEL CLICK
Aprovechando la ILP de la PAH y la indignación, pero saltándose las recomendaciones de la OMS sobre la información de suicidios o sus propios libros de estilo, los medios han "descubierto" que en España se suicidan personas (3.145 personas en 2010) y vuelven a relacionar de forma manipulada crisis y suicidios. Curiosamente no dedicaron el mismo interés en 1998 con el máximo histórico de suicidios de los últimos 25 años o en pleno boom del ladrillo. Bienvenidos al periodismo del click.
La ética periodística y el periodismo del click
Después de años, en los que los medios han seguido las recomendaciones de la OMS sobre la información de suicidios, de repente, parece que en España se suicidan personas y rápidamente se relacionan con la crisis económica (algo que es falso) para realizar el titular más llamativo posible, simplemente para vender más anuncios de adsense o más clicks en las redes sociales... cosas del nuevo periodismo del click, al que estamos asistiendo en el que todos los medios hacen los titulares más sensacionalistas posibles aprovechándose de la indignación.
La ética periodística ha muerto (Sin código ético y a lo loco), en un sector en el que las redacciones están cubiertas cada vez más por becarios y donde los medios están con expedientes de regulación de empleo o a punto de cerrar, en donde todo vale por lograr el máximo número de visitas en su sitio web o en ventas en el puesto de venta y esto sirve tanto para los grandes medios, como para los medios alternativos que han surgido en los últimos tiempos y que siempre se anuncian como anti manipulación o información objetiva y luego en realidad, el sensacionalismo y la manipulación son los reyes. Ahora lo que vende, es el periodismo de la indignación.
Para informar a full sobre los suicidios, los medios comienzan a autojustificarse en los argumentos que la PAH ha ido colando en los diferentes programas y entrevistas, de hacer visible un problema y provocar reflexión aunque esta visibilización del problema, no sea más que vender a los muertos y rápidamente relacionarlos con la crisis económica, aunque no tuviera nada que ver.
Ejemplo de este "mercadeo" con los suicidios que han ido aplicando unos y otros y que han tenido bastante repercusión mediática (si se fijan en los dos primeros, hay una diferencia de 7 días entre uno y otro... algo que explicaremos más adelante).
1 - Un hombre se suicida en Granada justo antes de ser desahuciado
Todos los medios reportaron que la policía había hallado el cadáver ahorcado de una persona que iba a ser desahuciada de su casa, en la frutería de su hermano. Sin embargo, la realidad de la noticia era bastante diferente a lo que salió inicialmente...
Ahora, si vamos al tratamiento personalizado del suicidio de Granada, vemos también lo que comenta la entidad financiera sobre este cliente en particular (PDF). Tal y como podemos ver en el comunicado, este hombre firmó una hipoteca en junio de 2007 para pagarle la herencia de sus padres al resto de herederos y tomar posesión de la vivienda y el local. En 2009 (18 meses más tarde), la entidad financiera comienza con las reclamaciones de impago y hace una dación en pago en noviembre de 2009.
Desde noviembre de 2009 a octubre de 2012, este hombre está explotando comercialmente el local, vive en la vivienda y no ha aceptado ningún tipo de solución con la entidad financiera y no ha pagado un solo euro ni de préstamo, ni de alquiler ni de nada. Tres años después, la entidad financiera ejecuta el desahucio y el titular directo es: “se suicida por las deudas y el banco lo mató”. Esto, es afirmar con sensacionalismo, dado que lo único cierto, es que este hombre se suicidó a secas.
2 - Una ex concejal socialista de 53 años se suicida en Barakaldo cuando iban a desahuciarla
Este caso de la ex concejal de Barakaldo fue muy sonado en los medios de comunicación y en parte fue la mecha que hizo que todos los medios se saltaran sus códigos éticos y comenzaran a informar sobre todo aquel suicidio con tintes llamativos en el que el amarillismo primara sobre la información objetiva y real, aprovechando que por aquel momento andaba en el candelero un pacto antidesahucios que sería aprobado días después.
Esta persona tenía ingresos junto con su pareja de 4.500 euros mensuales y una cuota de 600 euros, en la que como podemos ver, la relación suicidios y crisis NO se sostiene pero todos los titulares se quedan en "ex concejal se suicida cuando iban a desahuciarla", cuando detrás de la noticia hay más cosas pero evidentemente eso no vende.
Ayer hablé con Alberto Egaña, hermano de Amaya, la mujer que se suicidó cuando una comitiva de desalojo iba a proceder al desahucio de su vivienda en Baracaldo. Según la información publicada por EL MUNDO, Amaya había avalado con su piso a su hermano, que se encontraba en una situación económica complicada. Esa información fue, a su vez, facilitada por una fuente oficial de la Caixa y confirmada por este periodista con otra fuente en el Banco de España.
Alberto me comunicó que él nunca había sido avalado por su hermana Amaya. Posteriormente, reclamé una explicación a las fuentes y, en efecto, me confirmaron que se trataba de un error que tiene que ver con un aval del propio Alberto a su esposa.
Cierto es que Alberto, que gestiona un negocio familiar en Éibar, atraviesa por malos momentos y que ha tenido que pedir ayuda. Es un ejemplo de pequeño empresario que pelea por salir adelante y que ahora, además, está conmocionado por la tragedia de su hermana.
Él no se explica por qué Amaya decidió tirarse por el balcón. Es verdad, reconoce, que la situación económica de la familia era suficientemente desahogada como para hacer frente al pago de la hipoteca (670 euros al mes), que representaba el 20% de sus ingresos.
Nadie sabe por qué desde 2010 Amaya dejó de pagar y por qué, desde entonces, no atendió a las llamadas de la entidad para intentar negociar una solución.
En la información publicada el martes no había ninguna intención de hacer daño a la imagen de Alberto Egaña, pero a veces los profesionales cometemos errores y debemos reconocerlos públicamente. Y aunque en este caso sea uno inducido, uno es responsable de lo que firma.
Yo había hecho referencia a Amaya para poner de relieve que en el problema de los desahucios no todos los casos son iguales. Su suicidio levantó una ola de rechazo entre jueces, policías, etcétera. Su muerte se convirtió en emblemática. Pero sus circunstancias no se correspondían con el perfil de una familia que pierde su vivienda porque no tiene ingresos para pagar la hipoteca. Ese era el fondo del artículo y en él me sigo reafirmando.
La pregunta de por qué se suicidó Amaya Egaña sigue pues en el aire. Y sigue sin respuesta. Ni siquiera su hermano Alberto tiene una explicación razonable. Se rumorea una posible separación de su marido. Pero Alberto insiste en que el matrimonio estuvo de viaje en Galicia hace tan sólo unos días.
Lo que está claro es que Amaya estaba atravesando por un mal momento y que llevaba angustiada mucho tiempo. Según la versión que ha dado su esposo, ella no le había informado de la situación de impago, ni mucho menos de que el pasado día 9 de noviembre se iba a proceder al desahucio de la vivienda.
Los Egaña, bien conocidos en Vizcaya por tratarse de una familia ligada al Partido Socialista y a una tradición de lucha por la libertad, parecen estar marcados por la tragedia.
3 - El Periódico: Un hombre se suicida en Córdoba cuando iba a ser desahuciado
El caso del suicidio corrió como la espuma por las redes sociales y rápidamente se le relacionó con la crisis y los bancos asesinos, etc... y no fue hasta bastante tarde cuando la noticia ya había calado, cuando se supo que había un conflicto familiar detrás en el que era la familia la que realizaba el desahucio, pero era mejor difundir rápidamente la información sin asegurarse si era cierta.
La Policía Nacional y la familia del fallecido confirman a eldiario.es que el desalojo se debía a un pleito familiar sobre el alquiler de la vivienda y no a una deuda con el banco
Un hombre de unos 50 años de edad se ha suicidado esta mañana en Córdoba cuando la policía entraba en su casa de alquiler para facilitar una orden de desahucio, según han confirmado fuentes de la Policía Local. La víctima se ha arrojado desde una segunda planta del número 1 de la Avenida Ronda de los Tejares, en pleno centro de Córdoba, y ha fallecido instantes después.
Según la Policía Nacional y los familiares del fallecido, éste no iba a ser desahuciado por orden del banco sino por un conflicto familiar en el que las autoridades han resuelto que debía abandonar la vivienda. Las mismas fuentes policiales han precisado que el hombre también estaba en trámites de separación.
4 - Se suicida en Alicante cuando iba a ser desahuciado
Este caso de una persona en Alicante, ha sido uno de los más recientes y que más ha llamado la atención porque se produjo el mismo día que se debatía en el Congreso la admisión a trámite de la Iniciativa Legislativa Popular de la PAH, y algo que aprovechó la PAH para llevarlo a su redil... como veremos al final del artículo.
Algo que se obvió en la mayoría de informaciones o que se dijo de tapadillo, una vez el titular había calado... era que esta persona debía 6 años de alquiler (unos 24.000 euros)...
Ese mismo día, se conoció que una pareja de jubilados se suicidaba en Mallorca...pocas horas después de que se conociera la noticia de Alicante, efecto Werther en pleno funcionamiento.
El último caso de este sensacionalismo, fue ayer con la noticia de un suicidio en Calviá que se difundió en El Gran Debate de Telecinco (como a unos 20 minutos del final del programa), aprovechando que Ada Colau (la de "banqueros asesinos") estaba en el plató.
La realidad, es que NO había deuda bancaria detrás... pero no se dijo.
Los hechos ocurrieron en una vivienda del municipio, sobre las once menos cuarto de la mañana, cuando el hijo entró en la vivienda y halló el cuerpo sin vida. Tras el brutal impacto, pidió ayuda y la Guardia Civil desplazó hasta esa dirección a varias patrullas. La Policía Judicial se hizo cargo de la investigación, con el comandante Del Amor a la cabeza, y se confirmó que se trataba de un nuevo suicidio por asfixia económica.
En este caso, sin embargo, no se trata de un desahucio bancario, sino de un embargo de la casa de Calvià por una deuda privada que el hombre había contraído y no había podido saldar.
El caso de la deuda había sido investigado en el Juzgado número 14 de Primera Instancia y al parecer el abogado de la víctima ya le había notificado la orden de desahucio. El juzgado había comunicado el cambio de titularidad de la casa de Calvià. La deuda era de unos 50.000 euros.
Por cierto, entre 1996 y 1998 se alcanzó el pico de suicidios en España de los últimos 25 años (Galindo, 2011) ¿Por qué en su momento los medios de comunicación no se saltaron los libros de estilo para informar sensacionalistamente sobre los suicidios? El maldito periodismo del click.
El Efecto Werther
Se sabe desde hace muchos años, que hay un efecto imitación en los suicidios ya que cuando se informa de un caso de suicidio se produce un aumento de suicidios, especialmente entre personas jóvenes, provocando un efecto imitación conocido como Efecto Werther y que está demostrado desde hace años (y que posiblemente fue el causante del suicidio del matrimonio de Mallorca) de ahí que la OMS recomiende no hacer publicidad sobre los suicidios y ser muy cuidadosos con la información y las formas en las que se realiza la información, porque detrás de un suicidio hay muchos factores implicados (casi nunca es el primero más llamativo).
A partir de un documento elaborado como parte de SUPRE (Suicide Prevention - Prevención del Suicidio), una iniciativa global de la OMS, se detallan algunos puntos a tener en cuenta a la hora de comunicar esta temática.
Si se está informando sobre el suicidio en general, deben usarse fuentes auténticas y confiables; mencionar estadísticas que deberán interpretarse cuidadosa y correctamente; los comentarios espontáneos deberán manejarse con cuidado a pesar de las presiones por tiempo, y tener mucho cuidado con las generalizaciones basadas en cifras pequeñas y las expresiones como "epidemia de suicidios" y "el lugar con mayor tasa de suicidios en el mundo".
También no se debe informar el comportamiento suicida como una respuesta entendible a los cambios o la degradación social o cultural.
En cuanto a la comunicación de un suicidio específico, deberán tenerse en cuenta a la hora de informar evitar la cobertura sensacionalista, particularmente cuando involucra a una celebridad. La misma deberá minimizarse hasta donde sea posible y evitar exageraciones.
Es importante no reproducir las fotografías de la víctima, no informar sobre el método empleado y sus detalles, y la escena del suicidio, para evitar comportamientos imitativos, ya que investigaciones han demostrado que la cobertura por parte de los medios de comunicación tiene mayor impacto sobre el método de suicidio adoptado, que la misma frecuencia con que estos ocurren.
Los titulares en primera página nunca son la ubicación ideal para informar sobre un suicidio y la información acerca del suicidio como algo inexplicable o simplista tampoco es apropiada porque nunca es el resultado de un solo factor o hecho.
El suicidio no deberá describirse como un método para enfrentar problemas personales tales como bancarrota, incapacidad de aprobar un examen o abuso sexual y los informes deberán tener en cuenta el impacto sobre las familias y otros sobrevivientes en términos del estigma y el sufrimiento psicológico.
Es contraproducente glorificar a las víctimas de suicidio como mártires y objetos de adulación pública porque puede sugerir, a las personas vulnerables, que la sociedad honra el comportamiento suicida. Lo correcto es poner el énfasis en lamentar la muerte de la persona o describir las consecuencias físicas de los intentos de suicidio para que actúen como elemento de disuasión.
Prevención del Suicidio: Un instrumento para profesionales de los medios de Comunicación
http://www.who.int/mental_health/media/media_spanish.pdfUna explicación sencilla del Efecto Werther y la imitación de suicidios
Cuando en 1774 un precoz Goethe publicaba Las cuitas del joven Werther, ignoraba sin duda el impacto que causaría la novela. La misma no sólo fue un éxito que lo propulsó violentamente desde el anonimato hasta la más extensa fama, si no que además fue un bestseller en su tiempo, desencadenando lo que se llamaría luego “la fiebre Werther”: la imitación, a lo largo y ancho de toda Europa, de los intereses, actitudes e indumentaria del personaje principal.
Pero lo que más inquietó a la sociedad de la época con respecto a esta novela es el notable aumento en el número de suicidios entre sus lectores, a imitación del final del joven Werther. Se dice que hubo cuando menos 2.000 suicidas entre los primeros lectores de la obra, siendo este un referente que dos siglos más tarde, en 1974 el sociólogo David P. Philips2 utilizaría al hablar de la conducta mimética que se da tras la sobre-exposición a la información concerniente al suicidio de una persona famosa o personaje público y que desencadena la imitación del mismo. Tan preocupante fue la oleada de suicidios por imitación que el mismo Goethe en ediciones sucesivas añadió un descargo de responsabilidad mediante la frase “Sé un hombre, no sigas mi ejemplo” antepuesta al comienzo de la novela.
El suicidio imitativo
Aún cuando a todas luces el suicidio es un acto resultante de diversas y complejas causas, los estudios epidemiológicos revelan que la imitación de una conducta publicitada puede ser un detonante importante. Incluso dos siglos antes del XVIII, época que sirvió de referente para el denominado Efecto Werther, se cree que Romeo y Julieta de William Shakespeare disparó una oleada de suicidios similares entre aquellos desgraciados en amores. No es, quizás, de extrañar esta característica imitativa del suicidio: como bien señalan Malo, Medrano y Uriarte (2010)3 no es la única dolencia psiquiátrica susceptible de diseminarse por contagio. Es, quizás, la más dramática por su fatal irreversibilidad, pero al ser sistemas abiertos, como somos, es de esperar la transmisión constante de ideas, conductas y preocupaciones por y hacia nuestros pares, aún más cuando la difusión de estas se ve potenciada a través de los medios.
Posteriores estudios por el mismo Philips4 y por otros investigadores5-6 confirmaron el fenómeno y sus características, señalando que la población más susceptible a esta influencia es aquella más vulnerable y ambivalente, como son, en especial, los adolescentes y los jóvenes, y que la extensión de la epidemia de suicidios es directamente proporcional a la cantidad de información o importancia que los medios de comunicación conceden al acto que origina las réplicas.
A comienzos de 2010 Pirkis y Blood publicaron una revisión de un estudio crítico publicado ya en el 2001 con respecto a los medios de comunicación y el suicidio7. En el mismo analizaban 97 estudios relacionados con la influencia de los medios (no sólo la prensa escrita, radio y televisión, si no también el Internet, factor importante a tener en cuenta en los tiempos que corren) y el suicidio. Los estudios analizados tratan sobre multitud de casos centrados en su mayoría en noticias publicadas en medios de prensa del soporte que sean, hallando una relación causal evidente entre los aumentos en el número de suicidas y la influencia de la prensa. En 2003 Gould et alter, considerados los analistas bibliográficos más serios en este sentido, ya habían postulado que “ya no queda ninguna duda respecto a la validez de los efectos contagiosos del suicidio”, tras analizar 42 reportes de prensa de suicidio de los cuales 29 (el 69%) tenía evidente repercusión en suicidios por imitación8.