Historias que hacen mas grande el Futbol
El Burton Albion es un equipo modesto de Burton upon Trent, ciudad situada al este de Staffordshire, que disputa la League Two (4ª división inglesa) por cuarta temporada consecutiva. Su historia no difiere mucho de la de otros tantos clubes ingleses que han ido subiendo y bajando de categoría sin llegar a los primeros escalones del fútbol nacional: su propietario, Ben Robinson, trata de potenciar el equipo invirtiendo los beneficios que el club genera como consecuencia de la actividad comercial desarrollada alrededor del Pirelli Stadium (2005), cuya construcción él mismo impulsó, y que sustituyó a su viejo domicilio, Eton Park, demolido y convertido en un gran complejo residencial.
Los brewers (cerveceros), más allá de sus orígenes y su realidad institucional, han sido participes de una de las historias más bonitas que nos deja la FA Cup 2013-14 hasta el momento. Tras vencer al Hereford United (2-0) y al Fleetwood Town (1-1 y 1-0 en el replay), el sorteo de la 3ª ronda los emparejó con el Bournemouth, equipo de Championship y viejo conocido del conjunto entrenado por Gary Rowett: el 24 de abril de 2010, los del sur de Inglaterra consiguieron el ascenso a League One en casa del Burton, en el Pirelli Stadium, y la hospitalidad de los locales tanto en la previa del partido como en la posterior celebración forjó una relación de amistad entre ambas aficiones.
Lluvia 1 – Terreno de juego 0, se leía en el marcador electrónico de los cherries a las 15:50 (CET). El 4 de enero a las 16:00 se tenía que disputar el encuentro de 3ª ronda de la FA Cup y varios cientos de aficionados visitantes se habían levantado temprano para cruzar Inglaterra de arriba a abajo: salida desde Burton, parada en Birmingham, pasando por Oxford, Reading y Southampton hasta llegar al condado de Dorset. Casi 5 horas de trayecto para animar a su equipo ante un rival tremendamente superior, pero la aventura merecía la pena. Y no, no pudo ser. El temporal que azotaba la costa desde el primer día del año había dejado completamente impracticable una de las bandas y la pelota se quedaba parada, no rodaba, en varias zonas del campo. El colegiado Iain Williamson decretó la suspensión del encuentro y la noticia dejó con un palmo de narices a la expedición del Burton. De vuelta a casa.
“Estamos decepcionados porque cuando el equipo visitante y sus simpatizantes viajan, lo mejor es que el partido se juegue. Nosotros queríamos jugar. Hay que mirar el lado positivo de la situación y, al menos, nuestro terreno de juego se queda de una sola pieza”, Eddie Howe (técnico del Bournemouth).
David Whitehead, socio del Bournemouth, comprobó como la afición rival se subía, frustrada, a los autobuses. Mientras él miraba, dos hermanos les preguntaron a sus padres si volverían para presenciar en directo el replay y no recibieron respuesta. Habían pagado el desplazamiento de los cuatro en bus y el coste tanto en tiempo como en dinero probablemente desaconsejaba una segunda aventura. A David no le sentó bien y decidió actuar: habló con otros hinchas -todos ellos recordaban la hospitalidad del Burton en 2010, algunos incluso habían estado allí-, y acordaron poner en marcha una campaña para sufragar los gastos del segundo desplazamiento de los 200 seguidores del Burton, unas 800 libras en total. Un gesto sin precedentes en el fútbol inglés.
El respaldo fue masivo. “No solo han contribuido aficionados del club, también de otros equipos del país y algunos de fuera”, explicaba David ayer en la BBC. En total: 2.930 libras, que no solo servirán para abonar el coste del transporte de la afición del Burton, sino que -los fondos restantes- irán a parar a una organización benéfica de la ciudad.
En la tarde de ayer, Pitman (2), Elphick (1) y Fraser (1) le dieron la victoria al Bournemouth (4-1) ante un Burton Albion que puso en jaque a los locales antes del descanso a través de Phillips (1). El resultado no era lo más importante, las pancartas de los 200 brewers hablan por sí solas.