La plaza es lo de menos, porque la corrida se ofrece en diferentes lugares cada semana.
Al menos esta vez, el toro (la Real), fue Bravo (nunca mejor dicho jajaaj), y no arrimó a toriles ni se amilanó. Dió la cara, salió a jugar y no se encerró. La imagen no fue nada mala hasta el 3-0, sinceramente de los rivales del Barça que más dignamente compitió (salvando los que le han conseguido ganar), aunque más por intención que por acción, pues poco o nada llegaron hasta Valdés. Tras el tercer gol, el partido ya no es nada. Hasta entonces, uno de los mejores Barças de la temporada.