Bueno, tras lo que se ha estado comentando sobre los controles antidoping en el futbol, me he estado informando un poco. Aqui dejo un articulo de ABC por si alguien esta interesado en el tema. La verdad que merece la pena leerlo.
La Federación Española de Fútbol (RFEF) invierte 160.000 euros cada temporada en realizar unos 1.500 controles antidopaje en Primera, Segunda y Segunda B —si bien en esta categoría son escasos pues resulta muy costoso—. Según Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, la FIFA y la UEFA avalan la gestión de nuestro país en este terreno. «El fútbol español está limpio», señaló ayer en un acto institucional. «Aquí nos hemos tomado muy en serio esta asignatura. Y no hay diferencias entre unos deportes y otros». El director de la Agencia Estatal Antidopaje, Javier Martín del Burgo, también presente en el evento, señaló que «cada federación ordena el control y qué sustancia hay que buscar. En el fútbol se busca la droga social, los anabolizantes y estimulantes, pero raramente EPO».
Sin embargo, existen diferentes varas de medir: el nivel de exigencia en los análisis a los futbolistas está lejos del que soportan, por ejemplo, los ciclistas y atletas.
En el fútbol español no se hacen análisis de sangre ni tampoco específicos de EPO (proteína que estimula la creación de glóbulos rojos y la oxigenación de la sangre).
Tampoco de CERA, fármaco estrella e indetectable durante años, que estimula los efectos de la eritropoyetina propia del organismo y no necesita dosis de refuerzo.
La explicación que se da desde la RFEF es que estos test son muy caros; no hay un protocolo establecido ni presupuesto para hacer controles y transportar la sangre en condiciones de seguridad. Un análisis normal de orina cuesta 2.000 euros (aquí se incluye el trabajo del facultativo, el material, el laboratorio...); si es de EPO, el precio se multiplica por tres. En los controles de orina se buscan anabolizantes, estimulantes, diuréticos, agentes enmascaradores, clembuterol o productos contra el asma. En los test sanguíneos se persiguen rastros de EPO y autotransfusiones. Los «vampiros» de la Unión Ciclista Internacional (UCI) suelen actuar fuera de temporada y por sorpresa.
Pasaporte biológicoLa Premier League efectuó 1.342 pruebas la campaña 2009-10; sobre todo de orina, un poco de sangre. La UEFA, 1.710, y solo cuatro dieron positivo. En la Liga de Campeones se controlaron 76 partidos (780 jugadores). La FIFA (25.000 controles anuales) presume de que no ha habido «manchas» en un Mundial desde que Maradona diera positivo por sustancias estimulantes en Estados Unidos 1994.
El fútbol ha quedado al margen del «pasaporte biológico» impulsado por la UCI y la Federación Internacional de Atletismo, con la colaboración de la Agencia Mundial Antidopaje. Este método, desarrollado por la Universidad de Lausana y aprobado en 2008, es un modelo de predicción en materia forense similar al que los CSI utilizan para identificar el ADN en escenarios de crímenes. Un programa informático guarda todos los parámetros posibles de los análisis de sangre que se le hacen periódicamente al deportista. Cuando el sistema de predicción matemática detecta algún cambio excesivo, da la alarma.
Así se hacen los controlesLa Comisión Antidopaje de la RFEF es el órgano colegiado que ostenta la autoridad y responsabilidad en el control del dopaje en el fútbol español.
La Federación determina al inicio de cada temporada, mediante sorteo ante notario, los partidos en los que se va a realizar el control. Se eligen, por cada jornada de Liga, dos encuentros de Primera División y dos de Segunda, así como otros dos suplentes en una y otra categoría. Si los dos elegidos en primer lugar se celebrasen en sábado, se procede a sustituir el segundo de los sorteados por el primer sustitutorio para que, al menos, uno de los análisis se lleve a cabo en domingo. En cada campo hay una «sala de control antidopaje» próxima a los vestuarios que se utiliza exclusivamente para la toma de las muestras, que son recogidas por dos médicos designados por la Federación.
El azar también determina qué jugadores visitan esta sala. En cada encuentro se eligen, por sorteo, dos futbolistas y un sustituto por cada uno de los equipos. Los entrenadores y delegados reciben el aviso al inicio del segundo tiempo para que los futbolistas no orinen al acabar el partido y así pasar por el trámite con mayor rapidez. Las muestras pasan a la Comisión Antidopaje, que las envía a los laboratorios de referencia para ser analizadas. En resumen:
en la Liga BBVA, por ejemplo,
ocho partidos por jornada quedan fuera de los controles antidopaje.
Y solo ocho jugadores de 360 (cada equipo convoca a 18)
pasan por este trámite.