Quien jugara en el LI del Barça? Puyol?
El análisis de cada equipo por MARCOS LOPEZ, el que retrasmite en la sexta junto ar Kiko y el Esteva.
Tercer asalto, el partido más importante
El plan de asalto de Mourinho Tercer asalto, anticipo del final de los días. No es el último de la serie pero será el más importante ya que por más que sea a doble partido será la ida la que marque la eliminatoria. Un hándicap para el Barça es que son cuatro partidos por tres títulos y sólo el último en su casa. Un título para cada uno, una final para la autoestima madridista y un empate más una derrota para que los azulgrana sepan que el enemigo juega con las cartas marcadas.
El primer paso es el cambio de chip. Superar el shock para los azulgrana, frenar la euforia para volver a sufrir en los madridistas. Vencer el miedo en definitiva. Al final está el abismo, la gloria en cualquiera de los casos tendrá que esperar. No es un partido definitivo, no es una final. La portería a cero debe ser un ítem evidente dentro del planteamiento. Volverse loco, buscar el gol y perder las posiciones defensivas puede significar que uno de los dos acabe en la lona.
Ganar o perder, esa no es la cuestión. Sí saber del valor del gol en campo contrario y de que en la Champions es básico neutralizar al oponente ya que arrollar es algo que no se considera en primera instancia. Mourinho saldrá con la ventaja de un Bernabéu entregado, el Barça antes de ganar tendrá que provocar la duda, atacar la autoestima de un equipo que sabe que puede y de una afición que ha dado el paso, los suyos pueden.
En lo táctico se espera un detalle, sólo uno más, de Mourinho. El portugués es un técnico previsible, que anticipa y le gusta probar y progresar en lugar de inventar el último día. Sobre la Copa del Rey se espera lo mismo y quizás una evolución más, un detalle para darle una vuelta de tuerca al Barça de Guardiola. El punto de partida será un 1-4-1-4-1 con presión en zona de tres para romper el juego de posesión azulgrana y provocar que el balón nunca llegue a los de arriba sino que sean estos los que vayan a buscarlo llenos de ansiedad.
En el ataque, Cristiano Ronaldo, como ‘9’ corredor, jugador para dar el último toque ofensivo con marcado acento individualista para que los que van por detrás no tengan que hacer esfuerzos en las ayudas evitando así pérdidas posicionales. Özil se atisba como pasador aunque en la final estuvo lejos y escaso en el retorno defensivo, obligando una y otra vez a Khedira, la ausencia, a tapar todo a lo que Mesut no llevaba.
Jugará Lass, Benzema puede tener su momento aunque por descarte vemos que la primera idea es ganar la media, lo cual lleva directos al banquillo a los tres ‘9’ del equipo, Adebayor, Benzema y el Pipita. Por historial, Adebayor aguanta el balón y supone un respiro a su equipo, Higuaín no ha tenido momento para medirse con los culés y Benzema no ha estado al nivel en el primer partido de la serie aunque bien es verdad que en la final de Copa todos pensamos que era mejor opción que Adebayor de cara a la prórroga. Por dentro, Xabi Alonso como hombre cobertura de la línea de presión. Esa, y no la defensiva, es la que marca la capacidad del Madrid en este envite.
Entre los dos equipos, el colegiado. Será importante, el juego brusco grave es una constante, una manera de contener y de sacar de punto a los azulgrana. Mourinho es genio, busca el desajuste emocional como primer punto en la preparación de partido. Agresividad e intensidad en la marca, capacidad de duelo y presencia, así se mueven los hombres de Mourinho con el apoyo de una excepcional calidad táctica, detalles todos estos que faltaron en el partido del Camp Nou. Los blancos van cargados de tarjetas, el rasero arbitral marcará el partido de vuelta.
Casillas importante, ganador de los mano a mano, pilar básico en el cero del casillero azulgrana en situaciones de juego. El penalti no fue más que un balón parado. Para las que le llegan, no demasiadas pero casi todas ellas claras. A estas horas Guardiola estará diseñando la manera de finalizar más y mejor, de obligar a Casillas a pararlas y al Madrid a iniciar el juego desde la zona defensiva para que la asfixiante presión culé no termine volviéndose de los azulgrana. Guardiola sabe que tiene que invitar a los blancos a salir, a dejar la posición y a creer. No hay necesidad de vivir en campo contrario, no hay obligación de meter al Madrid en su área ya que la eliminatoria no tiene recuerdos ni urgencias históricas.
El plan de Pep para ganar al Madrid en 180 minutos Son pocos y juegan de memoria. La plantilla es reducida, el error en la planificación es manifiesto, nada nuevo porque en la casa ya buscan tres- cuatro futbolistas de primer nivel para la próxima temporada donde la plantilla será corta pero la competencia permitirá dosificar y que nadie se duerma. De esto último ya hablaremos cuando acabe todo. Se viene la Champions, competición mayúscula, única diría yo. El Barça llega tocado, no hundido, con bajas significativas y la fuerza de los que le han quitado todo el crédito por una jugada.
Empecemos por las bajas. No hay lateral izquierdo, es lo mismo. Desde la final de Mestalla, el enamoramiento de Guardiola con Mascherano, su nuevo central, es total. Para contrarrestar las contras del Madrid y generar superioridad en salida de balón en propio campo así como dar vía libre a Alves la defensa de tres como variante es una alternativa a la que Guardiola ha puesto ojitos. Alves en derecha, Mascherano – Piqué como centrales, Puyol lateral izquierdo. Nada nuevo, Pep empezó con planteamientos similares en su primer año en la Champions, recuerden el partido contra el Sporting de Lisboa y similares.
Con Puyol y Mascherano ganas velocidad para defender la espalda, calidad en los duelos individuales y carácter, capacidad de afrontamiento en definitiva. Busquets en la media con Xavi y Keita. Más físico, mejor respuesta en el balón parado y más capacidad de duelo. Iniesta en derecha para hacer ese falso 1-4-4-2 que tanto le gusta a Guardiola cuando el adversario domina todas las posiciones del modelo de juego del Barça.
Arriba quedan dos, Messi y Villa, con movilidad y contraataque. Pedro, perfecto en el retorno con Marcelo, podría ser titular por aquello de que Guardiola quiera atacar y atacar. Con otros haría lo mismo pero ya se sabe que no hay manera de cambiar a los analistas, sólo atacan los equipos que sacan delanteros. Delirante. Si Pedro juega será porque es fiable en el retorno, ha recuperado la profundidad y porque contra Osasuna tuvo su recuperación. Es la única duda aunque la apertura de los puntas, Villa y Messi, deja espacio para la profundidad de Keita, así como el apoyo de Iniesta da superioridad numérica por dentro y profundidad para Alves en la diestra dejando a Messi sólo para el gol.
Una clave es el uno más uno. Sumar o dividir. No son matemáticas sino la suma de un par, Messi y Villa, donde uno juega libre, el argentino, y el otro, vive condicionado. Está demasiado pendiente de pasársela a la pulga, juega condicionado y ha perdido egoísmo y mentalidad de killer. En situaciones de área ha cambiado el orden, primero mira a Messi y después finaliza. En el Valencia no era así, en el Zaragoza tampoco y en el Sporting, siendo “guaje”, destacaba por su determinación. Al Barça le faltan finalizaciones, ser profundo y terminar las jugadas.
Messi es sinónimo de entrar hasta la cocina, podría incluso dar la vuelta y volver a empezar para repetir el mismo gol en algunas ocasiones. Ese es su fútbol, el de Villa es llegar y pegar, desmarque más remates, a menos toques en el área más gol.
Villa ha marcado, eran once jornadas sin hacerlo, pero nada ha cambiado, el Barça cuenta con Messi pero lo único que le puede hacer excelente contra el Madrid es que vuelva el Villa que las remata todas, aquel que vive para el gol y no para Leo Messi.