Mourinho pervierte la historia
jueves, 28 abril 2011, 03:59
Resulta sorprendente la aceptación de Mourinho en el Santiago Bernabéu. Un estadio que, sobre todo en Copa de Europa, ha visto alguno de los mejores partidos de la historia del fútbol y que ahora traga, entusiasmado incluso, con bodrios como el que despachó el portugués contra el Barcelona.
Es paradójico que en ese mismo campo hayan pitado a Manolo Velázquez, a Michel o a Martín Vázquez por su condición de exquisitos y, sin embargo, paladeen el fútbol jurásico de Mourinho como si fuera el sumo sacerdote. El populismo barato y la charlatanería han calado en los tuétanos del que fuera mejor club del siglo XX. Veremos a qué precio.
Hubo un tiempo, no tan lejano, en el que unir los conceptos Real Madrid, Copa de Europa y estadio Bernabéu arrojaban un espectáculo único: un ambiente estremecedor, fútbol de ataque, buen juego y entrega sin límites. Por Chamartín pasaban los mejores equipos del momento, el equivalente a lo que es hoy el Barcelona, y lo hacían con el convencimiento de que iban a vivir una noche infernal. Ni el entrenador ni los jugadores de la época actuaban con la calculadora pensando en el partido de vuelta. Eso ni se contemplaba. Mucho menos si la vuelta era en casa y había que fraguar alguna de aquellas legendarias remontadas. El Real Madrid, simplemente, jugaba al ataque porque era lo que se había hecho siempre. Era una tradición. Una obligación. Valdano acuñó, felizmente, aquello del "miedo escénico". Hoy, la metáfora y su autor dormitan en un contenedor del estadio.
Mourinho ha pervertido la historia y ha perdido el plus emocional que suponía salir al Bernabéu en Copa de Europa. Antes se jugaba con 12. Hoy, con 10. Ahora es el Madrid quien tiene miedo y el Barcelona quien augura una noche más o menos plácida. En el peor de los casos, hubiera perdido 1-0. El Real Madrid juega a no encajar goles y a eso se le llama en los nuevos ambientes saber competir. Cualquier parecido con el pasado es tachado de nostalgia, de irrealidad o de antigualla. El sacerdote levanta el báculo y el Ipad y los fieles dicen amén como si el club acabara de fundarse el lunes pasado y los ciento y pico años de historia con sus épicas noches europeas no hubieran existido.
Saber competir, dicen. ¡Venga ya!
PD: De la rueda de prensa, ni hablamos. Parafraseando a Mourinho, "si digo lo que pienso mi carrera acaba hoy".
ROBERTO PALOMAR. aL 1000 POR 1000 DE ACUERDO. mIS PALABRAS SON LAS TUYAS, TUS PALABRAS SON LAS MIAS.