EL HIJO PRODIGO VUELVE A CASA OCHO INVIERNOS DESPUESEsta mañana de jueves se ha confirmado el fichaje de José Antonio Reyes por el Sevilla FC. El utrerano ha firmado por ésta y tres temporadas más, regresando a casa ocho inviernos después de que se marchara al Arsenal por una jugosa cantidad económica que resultô fundamental para construir el actual Sevilla, que logró en lo sucesivo seis títulos, dos nominaciones como mejor equipo del mundo en 2006 y 2007 y ocho clasificaciones consecutivas para Europa. Reyes llegarâ a Sevilla en AVE esta misma tarde en torno a las 17.30 horas, pero su presentación todavía no está fijada.
Se marchó conforme llega, en el mercado invernal. Fue hace ocho años. Su fútbol, fulgurante y directo, era una catarata de virtudes imparable que exigía un paso adelante. Las lágrimas conquistaron sus ojos el día del adiós. Fue aquella sin duda una de las decisiones más difíciles que tomaba el Consejo de Administración de José María del Nido. José Antonio Reyes, el buque insignia del equipo, era vendido al Arsenal de Wenger, una decisión a todas luces impopular, pero sin duda imprescindible para garantizar la supervivencia económica de la Entidad. Se iba un sevillista de verdad, un flamante internacional que el verano anterior había renovado, sabiendo que su destino inmediato estaba lejos, pero que con esa firma aumentaba su cláusula y encarecía de ese modo su cantado traspaso.
Ocho inviernos después Reyes vuelve a casa. Se fue con 20 años, 95 partidos oficiales y 24 goles, en dos temporadas y media, por más que debutara oficialmente con 16 años en la 99/00, siendo todavía hoy el canterano nervionense más joven en hacerlo. Regresa como un futbolista consolidado, con un ramillete de títulos y éxitos a sus espaldas –una Liga, una Premier League, una Europa League, una Supercopa de Europa, una Copa de Inglaterra, una Carling Cup, una Community Shield y una Copa de la Liga de Portugal- que ha logrado en una carrera guadianesca, por más que la calidad de su fútbol, arrebatador y eléctrico, siempre se ha acabado imponiendo, con muchas más luces que sombras.
En su primera parada, el Arsenal, fue un fijo hasta que tuvo ilusión. Nada más llegar se hizo titular y conquistó la Premier. En la siguiente temporada, 04/05, jugó 30 partidos en la Premier, firmando nueve goles. Además, ganó la Copa, jugando los 120 minutos de la final ante el United y la Community Shield, venciendo también al United, marcando uno de los goles del triunfo. En su último año en Highbury vuelve a ser titular, gana la Carling Cup, jugando la final, y desarrolla un importante papel en la Liga de Campeones, llegando también a la final, que disputa como suplente y no puede ganar ante el FC Barcelona. Ese fue su epílogo con el Arsenal de Wenger, un técnico a quien conquistó pero que entendió que su falta de adaptación al modelo de vida inglés impediría su consolidación completa en Londres.
Reyes juega el Mundial de 2006 y tras éste cambia de aires y ficha por el Real Madrid. En el Paseo de la Castellana combina la cal con la arena, frenado por las lesiones en parte. Comenzó como titular pero acabó la campaña como revulsivo de Fabio Capello para lograr remontadas imposibles. Sin embargo, su calidad fue decisiva para que el Madrid se proclamara campeón de Liga, haciendo un doblete ante el Mallorca en la última jornada, que le dio el título liguero a los merengues en el Santiago Bernabéu.
De Chamartín Reyes salió al Atlético de Madrid, en un año muy difícil, pues fue incapaz de lograr regularidad, sin encontrar apoyo en una grada que no veía con buenos ojos su pasado madridista. Fue la primera y única campaña en la que el utrerano no marcó un gol en Liga, sin duda su peor año profesional. Por eso la temporada siguiente se fue al Benfica en busca de otro ambiente. Allí coincidió con Quique Sánchez Flores, un entrenador fundamental en su carrera, porque recuperó lo mejor de su fútbol. En Lisboa volvió a sentirse importante y ganó la Copa de la Liga de Portugal. Al verano siguiente regresó al Atlético, donde se convirtió en fijo cuando Quique tomó el mando en sustitución de Javier Aguirre. Fue entonces cuando el utrerano, junto a Agüero, Forlán y Simao, compuso una delantera de lujo que llevó a los colchoneros a ganar la Europa League y la Supercopa de Europa ante el Inter de Milán, marcando en ese encuentro.
En el Atlético ha continuado desde entonces, siendo hasta la fecha una referencia indiscutible para el equipo como para la afición, por más que su participación en esta temporada, con Gregorio Manzano en el banquillo, haya perdido peso, lo que desde hace un tiempo abrió las especulaciones a una posible marcha. Se habló del Galatasaray, pero Reyes aguantó al tirón, consciente de la posibilidad real de regresar a casa, que se ha acabado concretando con la llegada de 2012. Reyes, que en el Atlético disputó 182 encuentros, retorna al Sánchez Pizjuán, el campo que puso en pie en sus albores futbolísticos con goles como el logrado ante el Valladolid en noviembre de 2011, cuando sorteó a cuantos vallisoletanos se le pusieron por delante para mandar el balón al fondo de las mallas. Nervión, ese lugar que tuvo que dejar porque se le quedaba pequeño a su fútbol, le espera ahora con los brazos abiertos, porque los tiempos han cambiado y el Sánchez Pizjuán se puede permitir el lujo de grandes talentos como el suyo. Vuelve uno de los grandes, cuya venta fue uno de los espaldarazos que impulsó al Club a protagonizar la etapa más exitosa de su historia.