Me encanta. Ya era hora de ver a un defensa con los bemoles bien puestos, y un jugador con esta idea, con la Real por bandera. Que salgan más así.
Y sobre todo, que confirmen las expectativas.
Extracto de una entrevista a Iñigo Martínez en DV
- ¿Su ídolo de pequeño?
- Siempre he sido de los que me gustaba más jugar al fútbol que ver partidos en la tele. Empecé tarde a hacerlo. Quizás el que más me gustaba era Zidane. Era especial.
- Y entre los centrales. ¿Quiénes le llaman la atención?
- Me fijo en la salida de balón que tiene Piqué, por ejemplo, y luego en la casta, el nervio y la agresividad de los Puyol, Terry o Rio Ferdinand. Me encanta esa fuerza que tienen para las disputas
- Vive en una comarca de la que han salido muchos jugadores. Usted y Zubikarai de Ondarroa, Ansotegi de Berriatua, Illarramendi de Mutriku, Riesgo en Deba, Zurutuza también tiene sangre debarra... ¿No será por casualidad?
- Son muchos jugadores de esta zona, la verdad. Es una comarca que imprime mucha casta, mucha fuerza. En poblaciones más grandes como Donostia quizás la gente es más fría de carácter. No encuentro otra explicación. En Ondarroa, en aquellos campos en los que jugábamos de pequeños de piedra y arena, si algo nos enseñaban es que hay que tener arranque, chispa, fuerza... En la Real aprendí a jugar más el balón. Pero eso que aprendes en el pueblo no se te olvida nunca.
- El sábado se enfrentó a Messi, Iniesta, Xavi, Villa... ¿Cómo se trata con ellos sobre el campo?
-En los parones hablábamos más entre nosotros, sobre todo en la primera parte, de cómo evitar que nos cogiesen la espalda tan fácil. Es verdad que cuando iban ganando 0-2 parecían majos. Recuerdo que en una acción le agarré a Cesc y me dijo algo en plan de broma. Luego, después del empate, ni te miraban. No estaban para bromas.
- Acaba el partido y ¿con quién intercambia la camiseta?
- No lo hice con nadie. De qué sirve tener la camiseta de Messi en el armario. ¿Son más que nosotros o qué? Yo voy a lo mío. Al final del partido, con toda la alegría que teníamos por haber empatado, no estaba pendiente de cambiar camisetas. Es más, ni me quedé con la mía. Me acerqué a la grada y se la tiré a los aficionados. Con lo que nos apoyaron, es lo mejor que podía hacer con ella.
- ¿Y la de Gijón?
- Esa sí que la he guardado. Es la del debut y no me la quita nadie. En el mismo vestuario la metí en la mochila y para casa.
- Volviendo al fútbol, el sábado visitan al Sevilla. ¿Cómo se puede parar a dos grandes cabeceadores como Kanouté y Negredo?
- La mejor forma es mantenerles lejos del área. Tenemos que presionarles mucho para que no se sientan cómodos y luego morder en los duelos individuales. Seguro que se lo pondremos difícil.