La semana pasada, tras media temporada poniendo todo su empeño por poder jugar, en un querer y no poder, Moisés Jiménez decidió que lo mejor era parar en su actividad futbolística y centrarse en recuperarse de su enfermedad.
El defensa sevillano llegó a la entidad nervionense en cadetes y, tras su paso por juveniles, formó parte del Sevilla C durante dos campañas. En total, seis temporadas en el Club antes de que este verano, tras una aventura escocesa, se enrolara en las filas de la Ponferradina. Sin embargo, el que fuera internacional español sub17, no ha podido disputar ni un solo encuentro con el conjunto leonés por culpa de la enfermedad de Crohn, la cual causa inflamación en el sistema digestivo y muchos dolores. “Yo desconocía esta enfermedad pero, tras diversos estudios a causa de mis dolores, me la diagnosticaron y me pusieron un tratamiento fuerte que me baja las defensas y me deja sin fuerzas. Estos meses he hecho principalmente gimnasio y, de vez en cuando, he intentado entrenar con el grupo. Aunque algún día he estado bien, luego me ha sido imposible. No tenía fuerzas para hacer ese desgaste. Me han dicho que para hacer una vida normal no hay problema, pero para ser deportista de élite me resulta incompatible… por ahora”.
Moisés es un chaval de 21 años muy optimista y siempre considerado una de las almas del vestuario sevillista por su alegría radiante. Ahora, tras tomar esta dura decisión de parar, intenta no desanimarse. “Lo veo un poco negro pero yo nunca pierdo la esperanza. La Ponferradina me ha dicho que me recupere tranquilamente, según los pasos, y me he venido a Sevilla para hacerlo aquí con mi familia, además de los buenos especialistas que hay en el Virgen del Rocío. Si mi cuerpo consigue normalizar el tratamiento, podría volver en un par de meses… ojalá”, suspira Moisés.
Animo chaval!!