Dani Benítez está atolondrado esta temporada.
La pretemporada muchas veces no daba pie con bola, y estos dos primeros partidos tirándose a más no poder, encarándose a los rivales y poco valiente sin creatividad ninguna, y sin aprovechar su velocidad, como si le pesara el culo.
Lo malo es que es un fiestero y un putero de cuidado, que está harta la gente en Granada de verlo entrar a la Mae o La Copera a las 4 o 5 de la mañana con dos o tres zagalas de quitar el hipo, hasta las cejas de alcohol.
Es más, Fabri en Segunda B lo recuperó, ya que al ver que iba muy de bala perdida, banquillazo hasta que te aclares las ideas y dejes de creerte la estrellita.