El Mérida, ya sea CP, Promesas, UD o AD, fraguó sus dos últimos ascensos a Segunda B en el Romano: en el 2001 ante el Torredonjimeno (con Antonio Samino en el banquillo) y en el 2005 ante el Roquetas (con Andrés García Tébar al frente). El bombo ha querido que el del 2014, en cambio, se maquine a domicilio. En Asturias, concretamente. Muy cerquita de allí consiguió ascender a Segunda A en el 91 (Pamplona) y a Primera en el 95 (Eibar). La locura de la afición por ese viaje ya se ha desatado. Imagínense por tanto lo del Romano este domingo (18.00 horas).
Porque será primero el Langreo el que rinda visita a Mérida. Un Langreo que se presenta como subcampeón asturiano a pesar de acabar la Liga con los mismos puntos que el Lealtad (le mató el goal-average particular), un Lealtad que eliminó en la ronda de campeones al súper favorito Puertollano. Un Langreo, que además, eliminó en primera ronda al Monzón aragonés (3-0) y este último domingo al Haro riojano (2-1), un Haro que eliminó a las primeras de cambio al Badajoz CF, que a su vez acabó la temporada con los mimos puntos que el Mérida. Pues eso... que no hay que fiarse pero que lo hubieran firmado todos al comienzo del sorteo.
«Digo lo de siempre: respetamos a todos los rivales porque ningún mal equipo es capaz de llegar a esta ronda final. El rival que menos te esperas te puede dar un gran susto. Ya aviso que el Langreo es un equipo muy difícil, con tres futbolistas que han jugado en Segunda A con el Oviedo y otro que ha jugado en Primera con el Sporting», analiza Bernardo Plaza.
El presidente
«Está bien como ha ido el sorteo. Pero sí es verdad que el Langreo es un equipo que ha ido de menos a más y llegan muy fuertes a esta final. Lo del domingo ante el San Juan nos tiene que servir de ejemplo», avisa el presidente, Daniel Martín.
«Ellos son un equipo muy veterano que juegan con un 4-2-3-1 y casi siempre con los mismos once. En estos cuatro partidos de playoff ha jugado siempre con la misma alineación», fue lo primero que consiguió averiguar Bernardo Plaza sobre el equipo que entrena Pablo Lago, centrocampista en su época como jugador del Rayo Vallecano, Las Palmas, Racing de Santander, Sporting de Gijón o Numancia. Aunque, de momento, cuenta con bajas importantes para el partido de ida: están sancionados el mediapunta zurdo Nacho Calvillo, uno de sus jugadores más importantes con once goles a sus espaldas esta temporada, y el pivote defensivo Mendi. Aunque su jugador franquicia es el delantero Chus, con 25 dianas este curso. Por parte del equipo de Bernardo Plaza, están apercibidos de sanción Troiteiro, Cristo y Javi Chino, que podrían perderse la vuelta de ver una amarilla el domingo.
Mérida y Langreo están distanciados por 585 kilómetros. Allí se jugará en el estadio Nuevo Ganzábal, de césped sintético remodelado hace ocho años, pero casi con las mismas dimensiones que el Romano. Tiene capacidad para 4.000 espectadores y el último domingo asistieron a animar al equipo alrededor de 2.000 aficionados. Pero antes que el viaje llega la operación de llenar el Romano. Los precios serán los mismos que el pasado domingo ante el San Juan: socios gratis y ocho euros en tribuna, cinco en preferencia, tres en fondos y uno para niños de entre 5 y 18 años.