No se donde ubicar este articulo. Se que no es el lugar, porque ni es futbol ni liga BBVA, pero tampoco veo el sitio idoneo
Asco y vergüenza en el Deporte español
En un país donde la corrupción ha pasado a formar parte de nuestras vidas, a convertirse en hecho cotidiano y a ser aceptada como parte de nuestra forma de ser y entender el día a día, no puede sorprendernos que el deporte conviva con estos execrables episodios que reflejan la podredumbre y ruindad de la condición humana.
La selección española de baloncesto para discapacitados consiguió en los Juegos Olímpicos de Sydney uno de los éxitos más sonados y llamativos en la historia del deporte paralímpico en nuestro país. La victoria en la gran final ante la poderosa y casi intratable Rusia 87-63 supuso un hito sin parangón que, a juicio de nuestros dirigentes, ponía de manifiesto el buen trabajo que los ejecutivos estaban realizando en el desarrollo y adaptación de aquellos que sufrían una minusvalía, a través del deporte.
Por ello en su vuelta a casa fueron recibidos como héroes y por ello la federación vio cómo se incrementaban sus ingresos a través de subvenciones por la flamante medalla de oro conseguida en el mayor y mejor escaparate del mundo, Las Olimpiadas.
Hoy, años después y ante un juez, el ex presidente de la Federación Española de Deportes para Discapacitados Intelectuales admite y acepta su responsabilidad en la trampa, en la estafa y en la poca vergüenza al reconocer que sólo dos de los doce integrantes del equipo español en Australia eran realmente discapacitados, el resto eran falsos minusválidos, tramposos que, con una falta de escrúpulos importante, habían simulado a instancias de un presidente estafador, miserable y ruin esa discapacidad, lo que les permitía tener ventaja sobre el resto de competidores.
A mí todo esto me produce asco y me produce vergüenza, no me equivoco mucho si digo que podemos estar ante el acontecimiento más escandaloso del deporte español en toda su historia y que pone de manifiesto que ante la idea generalizada de estar en un país de corruptos, lo que realmente estamos es en un país de enfermos; enfermos de éxito, de poder, de dinero y de falta de principios; gente carente de dignidad y sensibilidad.
Si alguien necesitaba algún argumento de por qué no nos dieron los Juegos de 2020 sólo tiene que repasar hechos como el que relatamos, vergüenzas como ésta, que más que entristecer, repugnan. Primero, por lo que representan y luego porque envuelve en un halo de duda y sombras a un colectivo ejemplar y admirable de gente que se esfuerza cada día por superar su adversidad y lucha contracorriente por demostrar a todos que su gran ilusión es seguir teniendo ilusiones.
Ni estos tramposos les representan a ellos ni representan al deporte español, porque, quien se aprovecha y burla de una persona con un defecto físico, deja al descubierto sus grandes defectos mentales.
Agustin Castellote