El gentío estaba atento a la carrera, sabía que su crédito se jugaba mucho en una etapa muy complicada, nuna dejaron de alentar,
pero la lluvia fué mas fuerte y un país lloró el abandono prematuro de su gran esperanza en el terreno automovilístico
La frustración es evidente,
solo el campeonato del Mundo en Brasil podrá hacer olvidar este amargo momento y hacer renovar las esperanzas en los créditos celestes.