Recogiendo la propuesta de Villarroyas, R.C. de Lepe y animado por el debate que había iniciado el propio Mentalista a raíz de la juventud alicantina, me animo a abrir este post donde a partir de ahora cada forero aburrido pueda compartir sus ideas, críticas, reflexiones, divagaciones, etc. con el resto y hacernos conocer un poco de más de su inquietud y su mundo interior.
Advierto, eso sí, que mis participaciones seguramente no serán breves, así que a quien no le guste leer ni comerse la cabeza...
Y para inaugurarlo voy a dejar colgado un texto que escribí hace unas semanas y que compartí en facebook para que llegara a todo aquél que pudiera estar interesado en leerlo.
YO SOY UN ANTISISTEMA"Sí, yo soy un antisistema. Eso es, ANTISISTEMA. Lo digo aquí, en público y sin miedo. Denúncienme si quieren, criminalícenme y háganme cabeza de turco si lo desean para desviar así la atención y que el verdadero criminal pueda seguir operando a sus anchas.
Porque cuando un sistema es criminal, el ser humano librepensador –añado esto, pues no sigo ninguna doctrina radical, sólo soy fiel a mí mismo- no puede dormir cada día tranquilo viendo que se derrama sangre detrás de todo lo que huele a financiero y se destila hedor a podredumbre detrás de lo político. Yo nací y ya me encontré viviendo en un sistema como éste, no he elegido estar en él pero sí elijo ahora, con uso de razón y cinco minutos libres para recrearme, denostarlo, aborrecerlo y denunciarlo.
Esto que llaman Sistema que hace más anchas las bocas e hincha los pechos de aquéllos que se autoproclaman sus más férreos defensores, de él. O de ella, de “su” democracia, porque solo es de ellos. Esto que llaman sistema es un crimen, una carnicería que destroza corazones humanos y no para hasta arrancar las vísceras, es una neurocirugía para adormecer conciencias, un crimen perpetrado con nocturnidad y alevosía, el malévolo plan de aquél villano de película de superhéroes que quiere dominar el mundo. Pero aquí ganan siempre los villanos. Tienen legitimado el crimen estructural, tienen las cifras, los ejércitos, los misiles y hasta la comida que hemos de comer, la información que tenemos que conocer y la próxima trampa en la que hemos de caer para desviar nuestra atención mientras el crimen se comete al lado mismo. Sin embargo si el bueno se defiende con piedras ante el gigante, él es el antisistema, hay que joderse. Un plan bien orquestado, de medidas estructurales puede permitir que el dinero y el poder se acumule en unas pocas manos sin incumplir ninguna ley. Todo lo contrario, ya existen una serie de medidas de ajuste pactadas para con los países, que se ponen en marcha automáticamente en cuanto se sobrepasa mínimamente cualquier cifra. Es una trampa mortal que conduce a una espiral sin salida a la vista. Esto es mucho más que capitalismo, más que neoliberalismo, este es el monstruo financiero descontrolado, adicto y en plena fase de mono.
Ah, los políticos... cómo se les echa de menos. Aquellos hombres sabios de buena voluntad, que destacaban entre los suyos y regalaban sus esfuerzos al bien común, a dirigir a un pueblo hacia un destino mejor. Políticos eran aquellos que solucionaban los problemas de la gente, no los que los crean. Crean crisis, se enriquecen ellos y aquéllos para los que trabajan de verdad. Son podridos mercenarios al servicio de podridos amasadores de fortunas indecentes, eso es lo que son. A un político el pueblo quería escucharle, el pueblo quería seguirle. He visto como nuestro políticos leen incluso para negar una acusación personal. Qué pena, de verdad. Qué falta hacen los líderes de verdad, conscientes de las necesidades de su gente, que amen la política, no la profesión de político, ni el sillón al que se aferran con los dientes estos bastardos.
Capitalismo, lo vendían como oportunidades para todos, pero parece que se materializan en realidades solo en unos pocos casos y para unos pocos. Un sistema para humanos nunca dejaría que nadie muriera por motivos evitables. Nadie “humano”deja que el de al lado no coma si él tiene tres panes. Y eso no tiene que regularlo ninguna ley, me lo dice mi ética, mi conciencia, mi integridad. Yo no podría tener el nivel de vida que tienen todos esos perros de arriba si viera lo que está pasando a mi alrededor. No dormiría. O son imbéciles y viven tan alejados de la masa que no tienen ni idea de lo que realmente está pasando, o son unos malnacidos si lo ven y siguen viviendo como viven.
No son humanos, no son personas. El capitalismo no es para humanos, es para psicópatas. Qué es si no, aquél que especula con el techo, con el hambre, con las medicinas y a su costa se hace rico, aquél que deja morir a los suyos y sale en las portadas de prestigiosas revistas económicas como un prohombre exitoso y digno de admiración. ¿Qué sistema es aquél que venera a los culpables de toda esta sinrazón? Esas portadas las deberían ocupar todos los héroes que hoy están naciendo en los barrios, compartiendo su aliento con los otros y dándolo todo por mejorar un poco el mañana que vendrá.
Siendo de familia modesta, desde joven aprendí el valor del trabajo para conseguir labrar mi propio destino. He estudiado, me he formado, he trabajado siempre al servicio de mis semejantes, he dedicado la mitad de mi vida a personas que sufrían,ancianos, gente sin techo, personas con “enfermedad mental” (y esto está entrecomillado porque la etiqueta no deja de hacerse por consenso entre los que mandan en la psiquiatría. Yo podría serlo también). He tratado de concienciar a cada amigo, vecino, estudiante o persona que se cruzaba en mi vida, de que cada uno de nosotros tiene la fuerza de darle la espalda a este sistema. Si aprendes qué es lo que realmente necesitas, si te nutres de amor, de gestos cotidianos, de humanidad…
Si aprendes de los demás y enseñas algo sin miedo de dar lo que tienes dentro. Si dejas a un lado todas esas necesidades creadas que realmente no necesitas. Si dejas de consumir todo aquello que causa algún daño a otros o al planeta y entiendes que en la individualidad y nuestra competencia está la fuerza del sistema. No les demos eso.
Si les obligas a cambiar, al final tendrán que hacerlo. Si lo haces tú, lo hago yo, se lo cuento a aquél y también lo hace. Si dejamos a la banca a su suerte. Si podemos vivir charlando, riendo o bailando aunque no tengamos una tele de plasma o un jacuzzi o el último i-phone…
Si todo eso hiciéramos cerrarían poco a poco las persianas de todas esas multinacionales que hoy gobiernan el planeta.
Toda mi vida trabajando al servicio de la gente, dedicando horas altruistas a la mejora de lo que hay a mi alrededor, a crear, a inventar días mejores y mañanas nuevas que insuflaran esperanza en todo aquél que tuviera la cabeza agachada. Nunca he cobrado lo que cobra un psicólogo. Nunca me ha importado tampoco porque he sido feliz trabajando. Mi situación actual es más complicada, pero no importan los motivos que me han conducido hasta aquí, importa mucho más mirar adelante para buscar soluciones.
Cuando miro el presente o el futuro a corto plazo y veo que las almas se marchitan, las fuerzas se debilitan o el planeta se consume, no puedo hacer otra cosa que declararme antisistema. Y no creo en la violencia para cambiar las cosas. Podrían cambiar pero nacería algo deslegitimado desde el principio y sin garantías de que algún día no llegue a corromperse. Primero hay que buscar al humano que hay dentro y luego darle poder. Hay ejemplos de lo que puede pasar si se le da poder al necio. Yo -y esto es mi opinión- creo que sólo puede haber un cambio global cuando la globalidad sea una suma de cambios individuales.
Aun así, la lucha no es poca. Que los años sigan pasando sin dar una tregua y el sistema llegue a cercarte con todas sus armas tratando de lobotomizarte o anestesiarte para no sentir dolor pero siempre puedas salir airoso de esas batallas, sin dejar de ser eso que eres. Si consigues mantener esa chispa siempre encendida evitando que nada o nadie pueda apagarla. Si ninguna injusticia llega a ser suficiente para que caigas, ningún desengaño es suficiente para frenarte y ningún revés llega a ser definitivo para devolverte al conformismo... ¿quién sabe? puede que un día… las chispas acaben encendiendo fuegos. Porque yo creo que SÍ SE PUEDE.
Si te sirve, cuéntalo o compártelo si quieres. No es ningún dogma, sólo es mi forma de ver las cosas. La esperanza que en un sistema criminal como éste necesito vislumbrar para seguir siempre proclamando orgulloso, que estoy en contra de esta atrocidad inmoral, que soy un antisistema".
ALBERT.*