Todos esos cambios, necesarios, serían ideales. Sólo hay un problema, un gran problema. Los que deciden y tienen poder para cambiarlo, nunca lo van a permitir. Cambiar algo que atentaría contra su bienestar nunca lo harán, por muy necesario que fuese para el conjunto global de la ciudadanía.
Todos los puntos que enumera Astures serían perfectos, pero ni los partidos políticos que dominan, ni las personas o estamentos que ostentan el poder y el dominio del mundo, iban a dejar que eso saliera adelante.
Por desgracia el mundo se mide en billetes y no en buenas ideas, palabras e intenciones.
Los años en los que el pueblo se levantaría ante injusticias pasaron, con todo lo mal que se supone que está, seguimos viviendo demasiado acomodados y cada vez se lucha menos.
Ante casos como este que paso a copiar (pudieran ponerse miles), las "buenas" palabras caen en saco roto. Y claro, levantar un poco de más la mano ya se sabe lo que conlleva, y con la nueva ley, más aún.
La polémica saltó este martes durante la Comisión de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, pero promete tener continuidad en las próximas semanas. El portavoz adjunto de UPyD en el Consistorio madrileño, el profesor universitario Jaime Berenguer, preguntó al concejal delegado Diego Sanjuanbenito por “los motivos por los cuales se transfiere desde el área de Gobierno un millón de euros a la Empresa Mixta Club de Campo Villa de Madrid, S.A.”.
Nadie le dio respuesta (Sanjuanbenito, desgastado tras la huelga de limpieza, confió la contestación a un técnico), pero tampoco nadie negó la noticia: la transferencia de un millón de euros a la sociedad mixta Club de Campo aparece recogida como subvenciones de explotación del Ayuntamiento, y por ahí registrada, perdida en los Presupuestos de 2014. No es el único regalo que hará la alcaldesa Ana Botella el año que viene a un selecto círculo deportivo: otra subvención con idéntica cantidad (un kilo) irá a parar al ultra-elitista Real Club Puerta de Hierro, de capital privado, según ha podido saber este medio a través de la formación magenta.
Se trata de dos millones de euros que los madrileños abonan a dos distinguidos centros cuya finalidad es de dudosa, por no decir nula, repercusión para el conjunto de la ciudadanía. Algo que no escapa al portavoz adjunto de UPyD. “En una época de recortes generalizados, el PP sigue financiando el Club de Campo utilizando artimañas poco claras que no son capaces de explicar públicamente”, lamenta Berenguer. “En este Presupuesto hablamos de una previsión de un millón de euros que se suma a una larga lista de ayudas a una institución con un estatus muy particular”.
Impago del IBI
En abril El Mundo reveló que el expresidente José María Aznar y su esposa y actual regidora capitalina Ana Botella recibieron en 2005 (cuando Botella era concejala de Alberto Ruiz-Gallardón) clases de golf gratis sufragadas por el Club de Campo. Y han existido más prebendas protagonizadas por la sociedad en la que Cibeles posee el 51%: “Ha gozado de privilegios tan llamativos como no pagar el IBI porque el Ayuntamiento, casualmente, se olvidaba de girar el recibo del impuesto”, recuerda Jaime Berenguer.
La semana pasada, El Confidencial publicó que el Club de Campo mantiene pases VIP para 14 periodistas. “El PP no puede seguir gestionando igual el Club de Campo: da la impresión de que más que una empresa mayoritariamente pública creen que es una finca privada para sus afines”, sentencia el edil magenta.
Poco más ha sabido este medio con relación al millón entregado por el Ayuntamiento al Real Club Puerta de Hierro, que no admite socios desde hace un cuarto de siglo y no informa de lo que cuesta la cuota. Eso sí, no es la primera vez que recibe obsequios municipales: en 2007, el Ayuntamiento de Madrid le subvencionó con otro millón. La high class madrileña, en estado puro.
Pablo García