Bale es una baja considerable, aunque el nivel que estaba mostrando los últimos partidos no ofrecían las sensaciones exhibidas en pretemporada. Con todo, es un jugador importante, capaz de amoldarse perfectamente al estilo que Carlo quiere implantar con transiciones rápidas de balón. Seguramente ése fuese el motivo de verle titular en la mayoría de encuentros disputados hasta la fecha desde el inicio de temporada, frente a otros jugadores que cumplían perfectamente cada vez que han jugado.
Por tanto, su ausencia, además de abrir el debate de quién debe suplirle, debe acompañar en la misma afirmación cómo pretende jugar el Madrid. La temporada pasada, el italiano de la ceja infinita, me sorprendió gratamente al definir el motor del equipo fijando a Xabi y Modric en decremento del doble pivote instaurado en la época, permitirme la licencia, “oscura” de Mou ( Xabi-Khedira-Lass y hasta el mismo Pepe. Seguramente tenga sus luces Burgos, pero ya sabes que los sentimientos me pueden). Nunca sabremos si esto último fue una decisión personal o vino motivado por la lesión del alemán, démosle el beneplácito de la duda.
Como iba diciendo, más que intuir quién jugará, a mí me preocupa el cómo. Si de inicio partimos con Illarra, suponiendo fijos: Kroos, Modric y compañía, la declaración de intenciones estará sobre la mesa. Se podrá ganar, no hay duda. Pero el Madrid, llamadme “romántico tontorrón”, debe salir a enamorar, más en el Bernabéu, sin ataduras tácticas que fuercen la tendencia del equipo en función del rival que le visite.
Los resultados priman, sin duda, pero las sensaciones perduran.