Básicamente, el algoritmo de destacado no tiene el concepto de destacado que tenemos las personas. Si para el algoritmo Kroos se rasca los huevos a dos manos durante el partido, y solo se dedica a tocarla atrás cada vez que le llega un balón, y a botar los córneres que, supongamos, son rematados siempre por jugadores del Madrid, uno de ellos siendo gol (por ejemplo), lo que para ti (y para todos) es un partido muy malo, para el algoritmo es un +1 fijo. Aunque se haya rascado los huevos durante 90 minutos.