A ver, las cosas claras: si lo ve el árbitro, lo puede amonestar o incluso expulsar. Y si no, lo ideal sería que se entrase de oficio y le cayera un partidito. Pero cuando no se ha hecho en otras ocasiones, no se está legitimado para ello. Habría que planteárselo en serio en verano y hacerlo de cara a la próxima temporada. Mientras tanto, de momento esta temporada esa acción no es punible, porque el colegiado no la vio. No es lógico, pero es lo que tenemos en este país. Y es así independientemente de los colores.