Claro, por eso le pitan...
A Piqué no le pitan por política, porque no es el futbolista más nacionalista que ha jugado en la selección. Ni por meter caña al Madrid, porque otros antes llegaron más lejos. Le pitan por la suma de ambos, sumado a que no tiene complejos para mostrarse como es, sumado al triplete que escoció de lo lindo (decían que escocía la décima, madre mía), sumado a que se folla a una diosa de éxito mundial que mueve las caderas de infarto. Todo eso mezclado y bien aliñado por parte de la prensa provoca los pitos. Pero es tan injustificable pitarle cuando lleva puesta la camiseta de la selección, que los que lo hacen tienen hasta vergüenza de reconocer la verdad, aunque todos sabemos perfectamente que sin triplete no habría pitos. Dios qué picor!!!
Pero ayer Piqué estuvo inconmensurable. Se sacó su larga y gruesa polla y se corrió en la boca de todos los que osaron pitarle. Tremendo. Un tío que habla claro, sin prepararse nada, dice lo que siente sin más. Todo lo contrario que Sergio Ramos, que está CAGADO. Ramos tiene un temor atroz de que si las cosas van como el año pasado, se convertirá en el nuevo Casillas tras su escarceo con el United. Sabe que no puede hacer concesiones de capitán como hizo Iker con Xavi, porque de lo contrario, el madridismo más rancio, también conocido como mourinhismo (sí, todavía existe por increíble que parezca), la puede tomar con él. Por eso evita condenar los pitos, por miedo a que esa parte indigna del Bernabéu, la que pitaba a Iker, se vuelva ahora contra él.