Lo que no me gustó del Atlético fue, precisamente, las pocas ocasiones creadas contra un equipo sobre el papel bastante inferior a ellos, y que además en la primera parte tuvo que cambiar por lesión al delantero centro que desespera a los centrales a base de lucha y al tío que en el centro del campo corta los balones. De hecho, tuvo más ocasiones el Sporting; dos de Jony y una mano de Oblak a contrapié a tiro de Halilovic, frente a solo dos (una de ellas doble, eso sí) del Atlético (al margen del gol). Hoy el Atlético me pareció un equipo "menor", y ganable por cualquiera.