Tres negras están en el aeropuerto y mientras esperan para tomar un avión conversan entre ellas.
La primera negra dice:
- Yo no sé utedes, pero yo me voy a poné una tanguita coló rosa ante de móntame en ese avión.
-Y pá qué...? le preguntaron las otras dos.
- Poque si el avión se cae y caigo con el culopa" rriba, la tanguita culo rosa se va a ve desde lejos y será fácil rescatalme.
La segunda negra dice:
- Pues yo me voy a poné una anaranja" y fluorescente.
- Y pol qué de ese coló ? preguntaron las otras dos.
- Porque si caigo al agua con el culo pa" rriba, ese coló sinifica "rescate".
La tercera negra dice:
- Pué, yo, no me voya poné naa ".
- ¿Cómo dice? Preguntaron las otras dos!
- Que yo voy sin tanguita ni naa, a culo pelao, poque cuando se cae un avión, lo primero que bucan e" la caja negra.
Un señor que va en coche y se percata de que está perdido, maniobra y pregunta a alguien en la calle:
- ¡Disculpe!, ¿podría usted ayudarme? He quedado a las 2:00h. con un amigo, llevo media hora de retraso y no sé dónde me encuentro!
- Claro que sí -le contesta- se encuentra usted en un coche, a unos 7 Km . del centro de la ciudad, entre 40 y 42 grados de latitud norte y 58 y 60 de longitud oeste.
Es usted ingeniero, ¿verdad? -dice el del coche
Sí señor, lo soy. ¿Cómo lo ha adivinado?
Muy sencillo, porque todo lo que me ha dicho es "técnicamente correcto", pero "prácticamente inútil": continúo perdido, llegaré tarde y no sé qué hacer con su información.
Usted es POLÍTICO, ¿verdad? -pregunta el de la calle..
- En efecto -responde orgulloso el del coche- ¿cómo lo ha sabido?
- Porque no sabe dónde está ni hacia dónde se dirige, ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el problema. De hecho, está usted exactamente en la misma situación que estaba antes de preguntarme, pero ahora, por alguna extraña razón parece que la culpa es mía.
Un hombre conoció a una hermosa mujer y decidió casarse
con ella.
Ella le dice:
- ¡Pero, no sabemos nada el uno del otro!
Y él responde:
- No es problema, nos iremos conociendo con el tiempo.
Ella accedió.
Se casaron y se fueron de luna de miel a un lujoso resort.
Una mañana, estaban tumbados junto a la piscina cuando él se levantó, subió a un trampolín de 10 metros , realizó una perfecta demostración, de todos los saltos que existen y luego volvió junto a su esposa.
Ella le dice: - ¡Ha sido increíble!
Y él responde:
- Fui campeón olímpico de saltos de trampolín.
Ya te dije que nos conoceríamos con el tiempo".
En esto ella se levanta, entra en la piscina y empieza a nadar, ida y vuelta a una velocidad impresionante.
Después de 30 vueltas, sale del agua y se tumba junto al marido.
Él dice:
- ¡Estoy sorprendido! ¿Fuiste nadadora olímpica ?
Y ella contesta:
- No. Puta en Venecia y atendía a domicilio...
Un día llegó el amor, encontré a un maravilloso caballero y nos enamoramos.
Cuando se hizo evidente que nos casaríamos hice el sacrificio supremo, como buena asturiana, y dejé de comer fabes.
Algunos meses más tarde,el día de mi cumpleaños, mi coche se estropeó de camino del trabajo a casa.
Como vivía a las afueras llamé a mi marido y le dije que llegaría tarde porque tenía que ir andando a casa.
De camino, pasé por un pequeño restaurante y el olor de la fabada fue mas fuerte que yo.
Con varios kilómetros por delante para caminar, calculé que se me iría cualquier efecto negativo de les fabes antes de llegar a casa, por lo que entré y antes de que me diera cuenta, ya había tragado tres buenos platos de fabada.
De camino a casa me aseguré de liberarme de TODO el gas.
Cuando llegué, mi marido pareció excitado de verme y gritó con gran alegría: ¡" Querida, te tengo una sorpresa para la cena esta noche! "
Él entonces me vendó los ojos y me condujo a mi silla en la mesa.
Tomé asiento y cuando estaba a punto de quitarme la venda de los ojos, el teléfono sonó.
Me hizo prometer no tocar la venda hasta que él volviera y se fué a contestar la llamada.
La fabada que había consumido todavía me afectaba y la presión se hacía más y más insoportable, tanto que mientras mi marido estaba fuera, aproveché la oportunidad, me apoyé en una pierna y dejé caer uno.
No era ruidoso, pero olía como un camión de fertilizante delante de una fábrica de pulpa de papel.
Tomé la servilleta de mi regazo y abaniqué el aire alrededor de mí enérgicamente.
Entonces, cambiando a la otra pierna, dejé escapar otros tres. ¡¡La peste era peor que la col cocinada!!!
Manteniendo mis oídos atentos a la conversación de mi marido en la otra
habitación, continué tirando unos cuantos durante otros pocos minutos.
El placer era indescriptible.
Cuando mas tarde la despedida telefónica
señaló el final de mi libertad, rápidamente abaniqué el aire unas cuantas veces más con mi servilleta, la colocó sobre mi regazo y doblé mis manos atrás sintiendome muy aliviada y complacida conmigo misma.
Mi cara debe haber sido la imagen de la inocencia cuando mi marido volvió, pidiendo perdón por tomar tanto tiempo.
Él me preguntó si yo había echado una ojeada por debajo del vendaje de los ojos, y le aseguré que no.
En este punto, él me quitó la venda de los ojos, y doce invitados a la cena sentados alrededor de la mesa, entre ellos mis suegros, cantaron a coro : ¡ Cumpleaños Feliz!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Y ...me desmayé !!!!!!!!!!!!!!.
A esta empleada de atencion al cliente de Virgin Airlines en Sydney, se le tenia que haber dado un premio hace unos meses por ser tan lista y cachonda, pero a la vez decir las cosas claras con un cliente que probablemente tendria que haber viajado en la bodega con equipaje.
Un abarrotado vuelo de Virgin fue cancelado cuando el avion 767 de la compania fue retirado por cuestiones de seguridad. Solo una empleada de atencion al cliente estaba intentado encontrar vuelos alternativos para todos los pasajeros.
De repente, un pasajero muy cabreado se salto la cola para ponerse delante del mostrador. Con un golpe deposito su billete en el mostrador y dijo: "Tengo que salir en el primer vuelo y tengo que ir en Primera"
La empleada le contesto: "Lo siento mucho, señor. Estaré encantada de ayudarle, pero antes tengo que ayudar a estos pasajeros, que estaban antes que usted, estoy segura que lo solucionaremos"
El pasajero todavía mas cabreado le grito: "Sabe usted quien soy?" A lo que la empleada, sin pensárselo, cogió el micrófono de megafonía y anunció: "Atención por favor", su voz se escucho por toda la terminal, "Tenemos un pasajero en el mostrador numero 14 que no sabe quién es. Si alguien lo sabe, y puede ayudarle, por favor preséntese en el mostrador 14"
Todos los otros pasajeros detrás de él se partían de la risa. El pasajero borde miró a la empleada y le dijo:? "Anda y que te jodan" A lo que ella le contesto: "Lo siento señor, pero para eso también tiene que hacer cola"